El otro día me cayó este mensajito

2 Jutiadas


El celular*


Hablas en tu celular
y hablas y hablas
y ríes en tu celular
sin saber cómo se hizo
y menos cómo funciona
pero qué importa es
lo grave es que no sabes
como yo tampoco sabía
que muchos mueren en el Congo
miles y miles
por ese celular
mueren en el Congo
en sus montañas hay coltán
(además de oro y diamantes)
usado para los condensadores
de los teléfonos celulares
por el control de los minerales
corporaciones multinacionales
hacen esa guerra inacabable
5 millones de muertos en 15 años
y no quieren que se sepa
país de inmensa riqueza
con población pobrísima
80% de las reservas mundiales
del coltán están en el Congo
yace el coltán desde hace años
tres mil millones de años
Nokia, Motorola, Compak, Sony
compran el coltán
también el Pentágono y también
la corporación del New York Times
y no quieren que se sepa
ni quieren que se pare la guerra
para seguir agarrando el coltán
niños de 7 a 10 años extraen el coltán
porque sus pequeños cuerpos
caben en los pequeños huecos
por 25 centavos al día
y mueren montones de niños
por el polvo del coltán
o martillando la piedra
que les cae encima
también The New Yor Times
que no quiere que se sepa
y así es que no se sabe
ese crimen organizado
de multinacionales
la Biblia identifica
justicia y verdad
y el amor y la verdad
la importancia pues de la verdad
que nos hará libres
también la verdad del coltán
coltán dentro de tu celular
en el que hablas y hablas
y ríes en tu celular.

Ernesto Cardenal


*Tranquilos: Cardenal no especifica si el problema también aplica a los usuarios de BlackBerry.


Anotaciones precoces (chiste sexual)

3 Jutiadas
(Título alterno: El Jute avala el uso del condón)

Se suponía que la libertad sexual acabaría por suprimir tanto el comercio de los cuerpos como el de las imágenes eróticas. La verdad es que ha ocurrido exactamente lo contrario. La sociedad capitalista democrática ha aplicado las leyes impersonales del mercado y la técnica de la producción en masa a la vida erótica. Así la ha degradado, aunque el negocio ha sido inmenso.

Otra deuda con el surrealismo: su afirmación del amor único, el amor electivo. Los surrealistas estuvieron por la plena libertad sexual, pero como previa condición para que se pudiese realizar la operación más alta de Eros: la elección [...] los surrealistas ven en la poesia provenzal una erótica doblemente subversiva - frente a la sociedad burguesa por su exaltación del aduterio, frente a la promiscuidad contemporánea por su celebración del amor único.

Octavio Paz, Los Hijos del Limo.

De la burguesía entera se eleva un clamor: ¡Vosotros, comunistas, queréis establecer la comunidad de las mujeres! Para el burgués su mujer no es otra cosa que un instrumento de producción*. Oye decir que los instrumentos de producción deben ser puestos en común, y deduce naturalmente que hasta las mujeres pertenecerán a la comunidad. No sospecha que se trata precisamente de asignar a la mujer un papel distinto del de simple instrumento de producción.
Nada más grotesco, por otra parte, que el horror ultramoral que inspira a nuestros burgueses la pretendida comunidad oficial de las mujeres que atribuyen a los comunistas. Los comunistas no tienen necesidad de introducir la comunidad de las mujeres: casi siempre ha existido. Nuestros burgueses, no satisfechos con tener a su disposición las mujeres y las hijas de los proletarios, sin hablar de la prostitución oficial, encuentran un placer singular en encornudarse mutuamente.
Marx & Engels, El Manifiesto Comunista

no importa mentirse para ser felices/hasta que un deseo se mete en tu lecho/más que estás pensando, te tapas el pecho.

Pero necesitas quedar bien con todo/todo que no sea bien contigo misma/la angustia es el precio de ser uno mismo/mejor ser felices como nuestros padres/y hacer de la lástima amores eternos/hasta que a la larga te tape el invierno.
Silvio Rodriguez, Cancion de Invierno


Zygmunt Bauman habla reiteradamente sobre la liquidez de la modernidad: los líquidos son informes y se transforman constantemente: fluyen. Como [esas palabras del léxico económico] la desregulación, la flexiblización o la liberalización de los mercados. Pero el proceso de, digamos, licuefacción no es exclusivo de la superestructura económica, sino que trasciende, extrapola, impregna todas las áreas de la existencia humana. Desde los trabajos transitorios ("ley de contratos”) hasta el amor transitorio, líquido (El amor en los tiempos del cólera se me ocurre una imagen amorosa, escatológica y líquida).
La bohemia hereda del romanticisimo su desfachatez, su credo de pelo largo y harapos, su afán de escándolo, su vital transgresión de la [jamás desdeñable] moral burguesa. (Los románticos, apunta Trotsky, hablaban siempre cáusticamente de la moralidad burguesa y de su vida rutinaria. Llevaban pelo largo y Theophile Gautier se vestía con un chaleco rojo. La blusa amarilla de los futuristas es, sin ninguna duda, una sobrina nieta del chaleco romántico que despertó tanto horror entre los papás y las mamás). Mutatis mutandi, la moral burguesa es ahora la moral de la liquidez, moral del vaso (y corazón) descartable. ¿Qué conducta poética (¿?) exige la liquidez? La vanguardia y los románticos buscaban unir arte y vida, y, recordando de nuevo a Paz, a una sociedad escindida corresponde un arte en rebelión. ¿Qué vida corresponde?
A esta sazón es posible aplicar lenitivos complacientes, hablar de exigencias biológicas, de las propiedades curativas de la pasión y el desenfreno, ([el sexo] se puede tomar a cucharadas/o como una cápsula cada dos horas./Es buena como hipnótico y sedante/y también alivia/a los que se han intoxicado de filosofía/Un pedazo [de sexo] en el bolsillo/es el mejor amuleto que la pata de conejo). Divagaciones piadosas que no ofrecen luz sobre lo central: la consideracion moral que nos merece el otro.

Post scriptum.
Mientras pienso en esta y otras cuestiones, igual sigo esperando que Rojas se cumpla proféticamente:
que entren diez mujeres desnudas,/Marcadas sus espaldas con mi letra, y se arrojen/Unas sobre otras hasta consumirse.